sábado, 7 de agosto de 2010

Música - Por: Franco Rosales – 3ºA Humanidades

¿Qué podrían tener en común un rockero incurable y una chica que escucha y ama a Néstor en Bloque? Una simple canción, a veces solo eso basta para que se encuentren y la música haga su trabajo.
A lo largo de los pocos o muchos años vividos uno se va cruzando con diferentes personas, se va relacionando con ellas y con algo de suerte hasta llega a conocerlas. La música juega un rol muy importante en este proceso y tal vez relatando una experiencia personal pueda poner en claro lo que intento decir…
En el Cristo uno puede encontrar de todo: rollingas, cumbieros, metaleros, chicos que escuchan música romántica, folclore, reggae, etcétera… podes ir caminado y cruzarte un joven con cara de perdido que va silbando una canción de Sui Generis e inmediatamente pasar por la puerta de un curso y ¡escuchar una chica que canta en japonés!
¡Ahora piensen todo lo que se encuentra en más de diez años! Cientos de personas y personajes pintorescos que se van renovando año a año mientras ves pasar tu infancia y luego la maravillosa adolescencia, es imposible pasar por alto semejantes influencias…
A mí me pasó algo muy particular: conocí muchísimas personas que compartían los mismos gustos musicales, estas me agradaron y creo haberles caído bien pero siempre había algo que me impedía acercarme más a ellas. Siempre me fascino la gente con la que compartía menos cosas, supongo que es el hecho de que me encanta discutir y la música es un tema recurrente, pero da la causalidad (no casualidad) de que las personas que mas quiero y respeto tienen gustos musicales completamente distintos de los míos. Todo esto me llevo a la conclusión de que la música de cualquier forma une a las personas, a veces de formas invisibles, pero siempre lo hace.

Se trata solo de ver la otra parte del asunto, no de buscar las diferencias, sino las similitudes.
No se puede esperar que una canción de amor nos enseñe a amar, ni pretender que un músico sea un ejemplo de vida para todos sus fans (no creo que Charly García quiera que sus admiradores pasen por el mismo infierno que el mismo atravesó). La music esta siendo sobrevaluada en este sentido, las canciones no son concebidas para sacar al oyente de una depresión ni nada parecido, es simplemente la expresión mas profunda de una sola persona que la vuelca junto a tres o cuatro acordes. Nada más ni nada menos.
Si no fuera así, ¿qué podríamos esperar de un joven que escucha Intoxicados o de uno que escucha Pibes Chorros? Es muy injusto el grado que toman lo prejuicios en nuestra sociedad hoy en día y todos somos victimas-victimarios de ello.

No hay que hilar muy fino para encontrar buena música, porque esta se encuentra por todos lados… No hay que abordar temas muy profundos y serios para movilizar un corazón. Todo esta ahí, al alcance de cualquiera que desee tomarlo, solo hay que animarse a descubrir, algo nuevo… Desde Spinetta, hasta Pablo Lescano, pasando por el Chaqueño Palavecino y Ricardo Arjona, la poesía e su forma mas pura y libre se puede encontrar en un simple disco.
Por ejemplo, Lennon probablemente no pensó cambiar el mundo cantando ”Imagine” pero mucha gente lo creyó, y tal vez eso es lo que cuenta.

La música no puede cambiar una ley, no calma al hambre, no resguarda de la lluvia ni del frío… Pero hay muchas formas de encontrar al que tenemos al lado o que quizás aun no hemos visto, solo hay que abrir los ojos, los oídos y dejarse alcanzar. Porque no sabemos cuando puede una canción cambiarnos la mirada y hacer la diferencia…

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